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viernes, 1 de agosto de 2014

En los jardines de Can Pau.

Hoy viernes empiezo el fin de semana y el mes de agosto con mucha energía y con un nuevo post. Ha pasado uno de mis dos meses de vacaciones y prácticamente ni me he enterado.
Y… bueno… dicen que si el tiempo pasa rápido es buena señal, por eso, sigo en mi línea buscando rincones perfectos y recomendaciones gastronómicas. Hoy apuesto por el que podría llamarse, el Restaurante de Ibiza, y es que Can Pau, no se merece menos. Parece que últimamente mis cenas se desarrollan en lugares recónditos y con un escenario idílico que hacen que mis noches de verano se conviertan en un mar de tranquilidad. Y es que cuando una está de vacaciones, parece que todo se multiplica y es por eso que estoy aprendiendo a desconectar, más si cabe, y a disfrutar del entorno, la compañía y la exquisita comida. Pues bien, hoy os quiero hablar del “Jardín Encantado” (como le llamo yo) donde parece que se para el tiempo. Y es que la terraza de Can Pau, es lo que transmite. Pura paz y harmonía. Tras su bonita casa payesa como fachada, en la trastienda, se esconde la terraza que, bajo mi punto de vista, podría ser de las más bonitas y tranquilas de la isla. Tanto si entráis por la puerta principal como por la lateral, el ambiente de paz impresiona.

En Can Pau hay mucha historia. Abierto desde el año 1974, ya son tres, camino a 4, las generaciones las que han dado y siguen dándole vida al restaurante. Con su cocina tradicional catalana que atrapa a todos los paladares y el servicio personalizado, consiguen que te conviertas en cliente asiduo. Esto ha sido justo lo que me ha pasado a mi, en una semana he ido dos veces, y todo, por “culpa” del jardín, el trato de la familia Pau y sobre todo, las alcachofas y los huevos rotos ;-) ¡Qué rico! Y es que todas sus recetas les han acompañado de generación en generación, su estudiada y cuidada carta hacen que te vuelvas loco con la elección.

Y volviendo al tema tiempo, que pasa volando, ayer entrábamos por la puerta a las 10 de la noche y eran las 2 de la mañana cuando salíamos, y como bien decía antes, Can Pau te atrapa y las sobremesas se hacen tan entretenidas y agradables que en ambas ocasiones, fuimos los últimos en irnos.
Los que ya lo conocéis sabéis de lo que os hablo, y los que no, os invito a que lo comprobéis. Alba Pau y sus hijos estarán encantados de atenderos y trataros muy bien, como hacen siempre. Y si vais, darles un beso muy grande de mi parte.

Por hoy me despido dándole las gracias a Alba por su máxima atención y el cariño que siempre nos dedica.

Y  a vosotros,  los que me acompañáis con mis pasos, disfrutad mucho del fin de semana, y os invito también a dejar comentarios contando y recomendando planes para poder seguir vuestros pasos.

Recordad que “Loving my Steps” sigue en marcha durante el fin de semana en mi cuenta Instagram @MONIFLAVI y en Twitter @MONICAFLAQUER.
¡Os espero!

Bienvenidos a Can Pau.

"Mi" jardín encantado. 

La terraza.

Pre-sobremesa ;-)







Con la anfitriona Alba y su equipazo. 

Rodeada de "Paus, Quim y Jordi.

Con mi súper abanico de Can Pau. 

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