Loving my steps: Disfrutar del camino.

En muchas ocasiones nos pasamos “la vida” pensando en el futuro, en el qué haré mañana, qué haré el fin de semana, las vacaciones del año que viene, qué estaré haciendo dentro de diez años… Por momentos se nos olvida disfrutar y vivir el día a día. A veces, parece que nuestra vida se basa en metas y se nos olvida disfrutar del camino que nos lleva a ellas. Esto hace que en lugar de valorar y disfrutar del presente, nos obsesionemos con el futuro. Lo importante no es sólo llegar a un destino sino disfrutar del camino.

En los cruceros sucede lo mismo, muchos son los puertos en los que vas a desembarcar pero hay que aprender a saborear la travesía que nos conduce a ellos. En mi caso, no sabría decir qué es lo que me ha gustado más, si el camino o la meta. Lo que puedo decir con total seguridad es que he conseguido vivir el presente y convertir cada momento en único.

Escuchar las olas chocar contra el casco, tumbarme pegada a los grandes ventanales o perder mi mirada con el azul infinito. Seguir la estela que dejaba nuestro paso, puestas de sol en familia, compartir disparos fotográficos con mis padres… Momentos como estos son los que me han acompañado en este viaje.

Por eso, hoy no he querido hablar de otro destino, he querido compartir la sensación e importancia de valorar cada momento de nuestra vida como algo único. Porque es tan importante el camino como la meta.

Hoy estas fotos acompañan mis palabras. Un día de navegación en el que no pude ser más feliz ya que poder compartir estos momentos con mis padres, es algo que no olvidaré nunca. Os dejo con una “sesión” muy especial con el mejor fotógrafo (mi padre) y la asistente perfecta (mi madre). Un "rato" en familia de lo más divertido.

Y para un día de navegación, no podía haber elegido mejor outfit. Mi kaftan rojo de Charo Ruiz, "canotier" veneciano y los complementos de Asommerlife. Una perfecta combinación.

¡Espero que os gusten!
¡No dejéis de dar pasos!