“Ibiza
is different” y los rincones mágicos se encuentran tanto en verano como en
invierno. Muchos son los residentes de la isla los que dicen que el invierno
aquí se hace muy largo y demasiado tranquilo, pero claro, son los mismos que en
verano dicen que en la isla hay overbooking y que el día a día se hace pesado.
Como decía el pensador Ramón de Campoamor, “nada es verdad ni es mentira, todo
es según el color del cristal con que se mira”. Pues bien, me declaro fan y
miembro del grupo de los que ven la vida de color de rosa, amarilla, verde,
lila… del color que más os guste, pero siempre colores alegres, vivos y
divertidos. Por eso, que mejor que compartir la vida con amigos y visitando
lugares mágicos. El fin de semana da para mucho y os animo a que "investiguéis la isla" perderos y encontrar un rincón que podáis hacer "vuestro".
Ibiza tiene mucha vida, rincones únicos y con un encanto
especial. Hoy comparto dos rincones mágicos.
Este “escondite” del que me enamoré hace ya un par de años, Restaurante La Paloma, en San Lorenzo.
Un
marco perfecto donde sentirse como en casa, donde estar rodeado de naranjos, y sobre todo, donde comer comida sana y casera
preparada con mucho cuidado y amor,
(uno de los ingredientes secretos de la cocina). Un restaurante en el que tienes la posibilidad
de comer en su terraza, rodeados de verde o en su encantador salón interior. Además, podéis disfrutar de éste lugar tanto en verano como en invierno. Un rincón muy acogedor donde podéis ir a comer con la familia, con amigos… pero sobre todo, donde poder disfrutar de un maravilloso día.
¿Qué
podemos tomar en la Paloma? En éste restaurante encontraréis una pequeña carta
italiana fusionada con especias y sabores de otras cocinas, una selección de
platos con ingredientes frescos y orgánicos. No os olvidéis de pedir un zumo de frutas naturales (una de mis adicciones).
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